Desde los territorios. Repensar un proyecto de país.

Reseña

El libro “Desde los Territorios. Repensar un proyecto de país” trata en profundidad en sus investigaciones territoriales tres temas centrales del Chile de hoy. Primero, su estrategia de desarrollo. Hay un consenso bastante amplio que por mucho crecimiento que hay en Chile, el futuro del país depende también de la medida en que logramos pasar de una economía básicamente extractiva —como hasta ahora, que dejó a un lado su acento histórico de crecimiento industrial y de servicios—, a una estrategia que le agregue creciente valor con base tecnológica a nuestra rica base de recursos naturales, cuidándolos. Con ello creamos una base productiva y de servicios que construye actores capacitados, organizados con sustentabilidad y amplia participación de sus mujeres. Segundo, todos afirman favorecer la descentralización y a nivel de declaración hay acuerdo. Pero falta una descentralización en los hechos, de actores con poder amplio que transformen en endógeno sus territorios. Tercero, se habla fortalecer la PYME, sobre todo las nuevas MICROPYMEs, encadenadas a la gran empresa, sobre extendida. Pero de nuevo, sobran las palabras de buena crianza. Lo que escasea son cambios institucionales que lo hagan posible a través de una nueva Constitución que legitimen un rol activo de sus actores y facilitador de CORFO en sus territorios, manteniendo políticas endógenas de fomento sin deshacerlas un nuevo gobierno.

La propuesta de las investigaciones —dirigidas desde las Universidades regionales de Antofagasta Miguel Atienza UCN, Valparaíso Paula Quintana UV, Santiago Gonzalo Falabella U.Chile, Curicó Talca Claudio Rojas ex UCM UT, Concepción Luis Méndez UBB, Araucanía Patricio Padilla UFRO, Los Lagos Gonzalo Delamaza U. Los Lagos— desde sus recursos territoriales, actores, institucionalidad, conocimiento, subrayan un desarrollo futuro de Chile que está en la creación de las aglomeraciones productivas (clústers) en torno a sus recursos naturales y cooperativas endógenas. Es seguir el camino de desarrollo que se dio en su momento de forma casi espontánea en países hoy desarrollados muchos de ellos después de la segunda guerra mundial, ricos en recursos naturales como Finlandia, Suecia, Dinamarca, Noruega, Australia, Nueva Zelanda, Canadá́ y EE.UU. En efecto, sus economías pasaron paulatinamente de una fase extractiva inicial a agregar valor tanto en industrias “aguas abajo”, que procesaban sus recursos naturales, como a industrias “aguas arriba”, que las proveían de insumos críticos, así́ como equipos, maquinaria, ingeniería y servicios. Este proceso, que se dio más o menos espontaneo en esos países con acuerdos público-privados, indica el camino probable que nos convenga seguir y, cómo el camino es conocido nos dice Joseph Ramos en el Prólogo, significa que podemos hacer en 25 años lo que a ellos les tomo 50. No significa “elegir ganadores”, sino hacer apuestas razonables en esa dirección para facilitar el desarrollo endógeno a partir de nuestros recursos naturales, con nuestro pueblo y en sus territorios. Así conversaron las Universidades regionales con los actores después de recoger sus hallazgos principales.