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Columna: "Un prestigio muy bien ganado"

Por Alberto Salas

Presidente de Sonami y de la Fundación de Ingenieros de Minas de la Universidad de Chile

El 7 de diciembre de 1853, bajo la rectoría de don Andrés Bello, el Presidente, don Manuel Montt, promulgó el decreto que creó la carrera de “Injeniero de Minas”, en la Universidad de Chile. El delegado universitario, es decir, el encargado de la sección superior del Instituto Nacional, donde se cursaban los estudios propiamente universitarios, era el ingeniero de minas polaco don Ignacio Domeyko, quien posteriormente fuera rector de la Universidad.

Recientemente, la prestigiosa consultora británica Quacquarelli Symonds, proveedora líder a nivel global de información sobre educación superior, carreras y soluciones; dio a conocer un listado de las mejores universidades y carreras, ubicando a la disciplina de ingeniería de minas que imparte la Universidad de Chile como una de las mejores a nivel mundial. El mencionado ranking anual la ubicó en el puesto 18°, una alta posición tomando en cuenta que se miden programas de 42 áreas disciplinarias.

La consultora considera seis indicadores para elaborar esta clasificación: la reputación de los académicos y la del empleador, la proporción entre el cuerpo docente y los estudiantes, el impacto en investigación y la cantidad de estudiantes y la de profesores internacionales.

Esta es una muy buena noticia, especialmente considerando el difícil escenario que enfrenta la minería por la caída en el precio del cobre en el mercado internacional y la menor actividad que muestra la economía china, uno de los principales consumidores de cobre a nivel global. Este complejo escenario ha redundado en que haya decaído el interés de los jóvenes por seguir carreras vinculadas a la actividad.

Sin duda, para quienes provenimos del Departamento de Ingeniería de Minas de la Universidad de Chile es un motivo de satisfacción conocer los resultados de este ranking, porque corrobora algo que hemos experimentado desde el primer momento que pisamos esas aulas. Dicha escuela nos otorgó una sólida, rigurosa y científica formación que, en lo personal, me ha permitido enfrentar con éxito los desafíos de la vida.

Con ocasión del 150° aniversario de la carrera, se editó también un libro con el listado de egresados desde 1856 hasta 2008. Allí se constató que ingeniería civil de minas es la carrera más multidisciplinaria que dicta la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. La diversidad de conocimientos y especializaciones donde uno puede desarrollar su actividad profesional es apasionante y muy amplia: geología, geofísica, administración, metalurgia extractiva, fisicoquímica, hidrometalurgia, pirometalurgia, minerología y economía minera son algunas de las disciplinas que los ingenieros civiles de minas aplicamos en nuestro trabajo diario. Esta labor se puede llevar a cabo en la docencia, en la investigación, en operaciones mineras, en ingeniería, en el ámbito público o privado, en la ciudad o en la faena.

No obstante esta diversidad, o probablemente, debido a ella, los mineros tenemos una gran capacidad para integrar conocimientos de distintas disciplinas, resolver problemas y desarrollar proyectos de alta complejidad, como ha quedado demostrado en las últimas décadas en nuestro país.

Soy hijo de un ingeniero de minas de la Universidad de Chile y crecí en el mundo minero desde que tengo uso de razón. Seguí los pasos de mi padre y estudié ingeniería civil en la Universidad de Chile. La materialización de ese sueño me enorgullece y emociona. A partir de esa decisión, he conocido una actividad productiva que me ha marcado en lo más profundo.

Estoy convencido de que en nuestra industria, la preparación de las personas es fundamental. En el contexto actual, en que estamos enfrentados a un complejo escenario económico, quiero destacar la relevancia de quienes se desempeñan en la minería, pues ello contribuye sin duda alguna a engrandecer a todos nuestros sector productivo. Este ámbito productivo, si bien enfrenta hoy, al igual que otros sectores de nuestra economía, dificultades provenientes del ciclo de precios y del contexto económico nacional y mundial, ha adquirido posiciones privilegiadas en el mundo, siendo como industria reconocida y respetada por su calidad y profesionalismo, proceso al que han contribuido cientos de trabajadores y ejecutivos, hombres y mujeres que son el gran capital con que cuenta la minería chilena.

Fuente: Diario Financiero